La niña que caminó kilómetros con una carretilla
1. Las luces del hospital
La sala de urgencias del Hospital del Condado de St. Mary había visto su dosis de caos, pero nada como esto.
Cuando las puertas automáticas se abrieron de golpe aquella mañana, la enfermera de triaje se quedó paralizada. Una niña —de no más de siete años— empujaba una carretilla oxidada a través de la puerta. Dentro, envueltos en una manta fina, había dos recién nacidos , pálidos pero respirando.
El cabello de la niña se le pegaba a la frente, su ropa estaba rasgada y su voz temblaba al hablar.
“Por favor… mi mamá lleva tres días durmiendo. Necesito que alguien me ayude.”
Por un instante, la habitación quedó en silencio. De repente, todo sucedió a la vez. Los médicos se apresuraron, las enfermeras sacaron a los bebés y apareció una camilla de la nada. Las piernas de la niña cedieron y se desmayó allí mismo, sobre el suelo de baldosas.
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