Niños y adolescentes en crecimiento

Personas que buscan fuentes de proteínas de origen vegetal
¿Quién no debería limitar su consumo?

Las judías aladas son muy nutritivas y, en general, seguras para el consumo de la mayoría de las personas. Sin embargo, existen algunos grupos que podrían necesitar limitar su consumo o prepararlas con cuidado, no porque sean poco saludables en general, sino debido a factores específicos:
1. Personas con sensibilidad digestiva
Las habas aladas crudas o poco cocidas contienen ciertos compuestos naturales (como inhibidores de la tripsina y lectinas) que pueden causar gases, hinchazón o malestar estomacal. La cocción elimina estos compuestos, por lo que las personas sensibles deben consumirlas bien cocidas.
2. Personas propensas a los cálculos renales
Las judías aladas contienen niveles moderados de oxalatos, lo que puede contribuir a la formación de cálculos en personas susceptibles. No es necesario evitarlas por completo, pero la moderación y la hidratación son fundamentales.
Cómo disfrutar de las judías aladas

Las judías aladas se pueden comer de diversas maneras:
Salteado o sofrito como las judías verdes
Al vapor o hervidos para ensaladas
Se añade a currys o sopas para aportar textura y proteínas.
Las hojas jóvenes se pueden cocinar como las espinacas.
Las semillas se pueden tostar o utilizar como la soja.
Consejo: Siempre cocine las habas aladas antes de comerlas, ya que las habas crudas contienen compuestos naturales que pueden interferir con la digestión.
